Iván GómezIván Gómez

VIDEOS

El fuego dormido

Somos pequeñas piezas perdidas en el frío de la máquina antropológica, demasiado grande para ser gobernada.

No se trata de controlar la máquina, me dirías, basta con dejarla en suspensión.

El fuego dormido es una pieza audiovisual en la que la relación entre el audio y la imagen no se da de primeras como algo intrínseco. Una chica se somete a una operación de ojos, la imagen documenta todo el proceso. El audio sin embargo corresponde a una intimidad afín a los procesos de duelo. Una voz femenina nos lee la carta que está escribiendo. Entendemos que su destinatario es la persona fallecida y que sobre ella recaen los reproches, las disculpas y los afectos. Dos procesos de cambio que, si en un principio se muestran al espectador como autónomos e inconexos, en su final se revelan como los propios de aquella chica que ahora se levanta de la silla de operaciones. Exponemos aquí una ligazón entre los procedimientos de la mente y las facultades de la mirada como dos partes de una misma cosa, que no obstante han de ejercitarse para darse encuentro.

Arbeit macht frei

NEUTRALE ZONE
Es wird ohne Anruf
sofort scharf geschossen.

Autobuses de turistas descargan en Sachenhausen. A la entrada se lee la leyenda que daba la bienvenida a todos los campos de concentración de la Alemania nazi: Arbeit Macht Frei (el trabajo libera). Los turistas miran los mapas, sacan fotos y leen en las cartelas informativas cómo en este lugar los reclutas trabajaban en la falsificación de la moneda. Unos pasos más adelante unos obreros trabajan en las reformas del campo adecuándolo a las necesidades de los nuevos usuarios.

Succinum Nigrum

Nosotros guardamos y conservamos cuidadosamente todos los especímenes. Es la regla. Desde luego nuestros clientes pueden visitarlos, cuando así lo deseen. Pero la mayor parte de la gente nunca regresa… encerrar, separar y acabar. Nadie trae objetos para recordarlos una y otra vez con nostalgia.

Yôko Ogawa
L’Annulaire. Título original: Kusuriyubi no hyohon.

Deambulamos entre los pasillos de un museo de ciencias naturales. Nos miran los ojos de los animales disecados. Mientras, una voz nos lee una novela que hace referencia a la posibilidad de depositar los recuerdos en los objetos. Nos siguen mirando los cristales de esas bestias a medio camino entre el ser y el olvido.

Lo más difícil, Nada

Sube las escaleras despacio, con elegancia.
Al llegar a la calle gira hacia la derecha.
Sale del plano, que se mantiene fijo
bajo la farola que hay sobre la puerta.

Desconocemos sus razones, pero estos dos personajes de vida acomodada se hayan en una situación de total apatía. Deciden buscar una experiencia que promueva el cambio; ella se va a hacer turismo, él se lanza a vivir a la calle. Y así pasó el fin de semana.

Historia de una ocupación

Estaban el velado y la velada sentados bien tranquilos en el saloncito de invierno. Ella hacía punto y él fumaba su pipa después de cenar. / Solos los dos en casa. Los hijos, ya mayores; cada uno por su lado. Ningún reloj desgranaba nada. La sólita melancolía.

Sin levantar la cabeza de la labor, dijo ella de pronto:
— Hoy hace un año justo que te trepanaron.

Furioso él, dio una chupada más fuerte que de costumbre a la pipa. Salió el humo por las narices, la boca, el agujero de la cabeza. No tuvo ella más expediente que aplaudir; como otras veces, como siempre.

Julio Cerón

Qué extraño camino me ha llevado a ti

Bob regresó borracho pasadas las tres de la mañana. Mientras trataba de buscar la ranura de la 214, oyó que la puerta de la 212 se abría ligeramente. Esperó unos segundos y dijo en voz baja:
—Hola, eres mi vecino. Ya me tomaría otra copichuela, yo te invito.
La puerta de al lado se cerró y el entró en la suya. Al día siguiente Bob volvió a salir. Con la luz solar no se sentía propenso al suicidio. De regreso al hotel, de nuevo la 212 tenía su puerta entornada y esta vez no dudó.